La mezcla de colores es una técnica aplicable tanto a la pintura artística como a la decoración. Para conseguir los tonos deseados, la teoría del color crea una secuencia elemental de mezclas que hay que respetar. Importante que la mezcla se realice de manera progresiva hasta la obtención de un resultado homogéneo.
Los colores primarios son el amarillo, azúl y magenta, y no pueden conseguirse mezclando otras tonalidades.
Los colores que se obtienen al mezclar estos colores primarios son:
A partir de aquí, puedes experimentar mezclando colores adyacentes en el círculo cromático para obtener colores terciarios y ajustar la intensidad con blanco o negro. La práctica constante y la observación de cómo los colores interactúan te ayudarán a dominar esta habilidad artística fundamental.
Los tonos cálidos intensos son idóneos a estancias orientadas al norte y bien iluminadas por la luz natural.
La gama de colores cálidos está formada por todos aquellos colores resultantes de mezclar amarillo, rojo siena ocre, y todos tonos parecidos a ellos como son los tierras, marrones, anaranjados, etc. Si a estas mezclas se le añade color blanco, se obtiene una extensa colección de tonos.
Los tonos fríos es el resultado de mezclar azules, violetas y verdes. Estas combinaciones enriquecen al aclararlas con blanco y al oscurecerlas con grises azulados. Los colores fríos en tonalidades tenues son perfectos para estancias de luces cálidas.
A la hora de emplear tonos intensos, es mejor optar por tonalidades puras, con pocas mezclas.
La gama quebrada de los colores quebrados compuesta por coloraciones resultantes de la misma mezcla entre cálidos y fríos. Estas mezclas dan como resultado entonaciones grisáceas, adecuadas a estancias formales o decoraciones convencionales.
Los colores pastel son aquellos tonos de color pálido, en los que el blanco domina en la mezcla. Los tonos pastel que dan mejores resultados son los primarios y secundarios (obtenidos de la mezcla de primarios entre sí), es decir; amarillo, rojo, anaranjado, verde, azul y violeta.
Son varias las técnicas a utilizar para la obtención de una mezcla de color homogénea:
Verter el color de un bidón a otro es una rápida forma de conseguir una mezcla homogénea. De este modo la pintura se bate y el tinte queda completamente integrado en la pintura.
En este caso debemos incrementar progresivamente las cantidades de tinte añadiendo solo unas gotas cada vez.
Es importante asegurarse que no quedan rastros de tinte nadando sobre la pintura o acumulados en el fondo del bidón; lo que indicaría que la mezcla no es totalmente homogénea.
La manera más habitual demezclar los colorescuando se hace uso de tintes es mezclándolo con un bastón de madera directamente en el bidón.
En primer lugar empezaremos añadiendo muy pequeñas cantidades de tinte y a continuación agitar muy enérgicamente. Es la mejor manera de poder controlar la intensidad del tono que se desea lograr, añadiendo progresivamente más cantidad de tinte hasta dar con el tono justo.
Si echamos más cantidad de tinte se corre el riesgo de oscurecer demasiado el color, lo que obliga a añadir mayor cantidad de pintura blanca, desperdiciando color y encareciendo el trabajo.
Existen unas hélices especiales paramezclar colorque pueden colocarse en un taladro. Es el método más rápido y limpio de mezcla, ya que la velocidad de la rotación asegura una mezcla muy homogénea.
Estas hélices son muy utilizadas cuando debe de mezclarse muchos litros de pintura. En las demás ocasiones lo mejor es hacerlo agitando la pintura con un bastón o vertiéndola de un recipiente a otro.
En muchas tiendas de pinturas es habitual encontrar las llamadas máquinas tintométricas, que ayudan al cliente a conseguir el color que desea.
La mezcla los colores se hace de forma mecánica, introduciendo el código de color que se busca, se ajusta la cantidad deseada y listo en un par de minutos tener la pintura.
Con las máquinas tintométricas se multiplican de manera exponencial la posibilidad de elegir un determinado color y todo ello al instante. Puede repetirse la acción tantas veces como uno quiera y siempre sale la misma tonalidad.
Estas máquinas están equipadas con un ordenador y depósitos donde se encuentran los diferentes tipos de tintes a utilizar.
Para elegir el color se hallan las cartas de colores para sistemas tintométricos “ral”. Seleccionado el color, la máquina esta preparada para teñir pinturas plásticas, barnices, pinturas industriales, de alta decoración, de fachadas, etc.
Dependiendo de la creatividad de la persona, con las pinturas decorativas uno puede emular la apariencia de ciertos materiales que podrían resultar de un elevado precio. Gracias a esta técnica decorativa se pueden lograr grandes cambios de un modo rápido, desde los más clásicos hasta los más modernos y actuales.